REC Interv Cardiol. 2022;4:39-46

Autor del comentario: José M de la Torre Hernández. Cardiólogo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander y miembro del Comité Director de la Comunidad de Cardiología Intervencionista

En el último número de REC Interventional Cardiology aparece publicado un importante documento de consenso sobre la técnica de denervación renal para pacientes con hipertensión arterial.

Un porcentaje elevado de la población adulta es hipertensa y a pesar del tratamiento con varios fármacos, una proporción nada despreciable, no consigue un adecuado control, con las consecuencias adversas consiguientes. La denervación renal es una intervención mínimamente invasiva para el tratamiento de la hipertensión que implica la interrupción de los nervios simpáticos renales mediante un abordaje con catéter. Tras unos registros iniciales muy prometedores, se publicaron los controvertidos resultados del ensayo SYMPLICITY HTN-3 que condujeron al abandono casi general de la técnica. Una aplicación equivocada de la técnica y aspectos metodológicos explican esos resultados a la luz de lo que hoy ya conocemos.

En los últimos 3 años han aparecido los resultados de múltiples estudios, de nuevos ensayos clínicos, con nuevos dispositivos y en diferentes poblaciones, que demuestran definitivamente la eficacia de la denervación renal.

En este documento de posicionamiento conjunto de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) y la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (ACI-SEC) se revisa la evidencia disponible sobre la eficacia y la seguridad de la denervación renal en el tratamiento de la hipertensión. A partir de los resultados de los ensayos clínicos, se generan recomendaciones sobre qué pacientes y en qué condiciones podrían ser candidatos a una denervación renal.

Consideramos muy interesante su lectura y revisión, lo que facilitará la implementación de la técnica en los hospitales, poniendo especial énfasis en el carácter multidisciplinar de este tipo de programa, con la implicación de nefrólogos, internistas, cardiólogos clínicos u otros especialistas en hipertensión, junto al cardiólogo intervencionista.